A pesar de tener Síndrome de Down, Garrett Holeve, de 23 años, ha encontrado en las Artes Marciales Mixtas una forma de reinventarse a sí mismo, tanto mental como físicamente. En el gimnasio, él no es Garrett Holeve, el chico con Síndrome de Down. Es G-Money, un peleador de artes marciales mixtas con grandes ambiciones.
"Buscaré un contrato con UFC, agarraré el contrato, lo firmaré y estaré en UFC", dijo Garrett en una entrevista con el Miami New Times.
Pero existe un problema. A pesar de permanecer incontables horas entrenando en el American Top Team Weston, en Florida, a Garrett le resulta difícil encontrar una pelea justa. Las personas que dirigen Olimpiadas Especiales han dado pocos indicios de querer permitir este deporte, pues a decir verdad no son muchos los padres de chicos con necesidades especiales los que estarían dispuestos a permitir que sus hijos se dediquen a las AMM. Y aunque él ha peleado un par de peleas de exhibición contra peleadores bastante capaces, el resto de los peleadores no desea ser aquél que noqueó a un chico con Síndrome de Down o, peor, ser noqueado por él.
Todo comenzó una noche, en 2010, mientras la familia se encontraba viendo la UFC en televisión. Mitch, el padre de Garrett, preguntó a sus hijos si a alguno le gustaría convertirse en peleador de AMM. Él mismo fue boxeador, pero nunca esperó que el segundo de sus tres hijos fuera el que levantara la mano.
Una semanas después, Garrett entró al American Top Team, un centro de entrenamiento en Davie, Florida. "En ese instante pensé 'Rayos, ¿cómo entreno a alguien con Síndrome de Down?'" dijo Rodrigo "Braga" Ramos, un fornido peleador profesional de 36 años que maneja el lugar.
En febrero del año pasado, el retirado peleador profesional de UFC, Stephan Bonnar, se cruzó con un vídeo en YouTube en el que Garrett realizaba sparring y de inmediato quedó impactado. "Está claro que este chico tiene bastante corazón", dijo Bonnar. "Me sentí inspirado".
Bonnar platicó con sus asociados en Tapout, una de las marcas más grandes de ropa para AMM en el mundo, y ellos decidieron involucrarse con Garrett de alguna u otra forma.
En abril, Bonnar y sus asociados volaron desde Las Vegas al Sur de California para pasar un fin de semana con Garrett, observar su rutina, y filmar un documental sobre él. Además lograron conseguirle una pelea de exhibición, en la cual Garrett tendría a Bonnar en su esquina. Más tarde, Bonnar llevó a Garrett y a sus padres a un evento de AMM en Las Vegas, ahí se encontraron con grandes nombres del deporte.
La experiencia fortaleció la determinación de Garrett para llegar a la UFC y llevó a su padre a promover, con ayuda de Bonnar, el deporte en la comunidad con capacidades especiales, a través de una fundación sin fines de lucro a la que llamó Garrett's Fight (La pelea de Garrett), con el fin de ayudar a los chicos con capacidades especiales a involucrarse en las AMM.
En cuanto a Olimpiadas Especiales, es una posibilidad muy remota. Mandy Murphy, portavoz de la organización, explicó en un correo electrónico que el judo es la única competencia de artes marciales que ofrecen. "Para conseguir que el judo se convirtiera en un deporte oficial de Olimpiadas Especiales, el cual es parte de los Juegos Mundiales... el Comité Internacional de Olimpiadas Especiales realizó un amplio estudio sobre la seguridad y el cómo controlar las emociones de nuestros atletas", comentó Murphy.
Garrett ha peleado únicamente en dos combates de exhibición. Ninguno de los dos ha tenido un ganador o alguna intención maliciosa por noquear al rival.
Es una realidad que Garrett nunca podrá pelear a nivel profesional, no importa cuánto tiempo pase en el gimnasio, ni cuánta musculatura pueda desarrollar, ese cromosoma extra siempre lo pondrá en desventaja, sin embargo, él ha logrado cambiar el mundo de las artes marciales mixtas por el simple hecho de hacer lo que hace.
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