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El evento UFC 217
fue un shot de vida para toda la comunidad de fanáticos, esto
principalmente porque no tuvo nada que ver con Conor McGregor.
Es imposible negar que este ha sido un año bajo para el deporte, con
eventos que no despiertan mucho el interés – algo que naturalmente ha
hecho que me aleje un poco de la página.
Aunque cada fin de semana el deporte nos
da algo de que hablar, muchas de las grandes historias han pasado sin
hacer ruido. De vez en cuando hay algo que vale la pena cubrir, pero no
tardamos mucho en publicar nuevamente algo de McGregor.
No quiero decir que la popularidad de
Conor sea mala, al contrario creo que su impacto ha sido muy positivo
para el deporte… pero definitivamente el evento UFC 217 es algo que necesitábamos con urgencia.
Sin exagerar, el evento de este pasado fin de semana fue uno de los mejores que hayamos visto.
Con 25 años de edad los fans vimos a Rose Namajunas dar la presentación de su carrera al noquear a la campeona invencible Joanna Jedrzejczyk.
TJ Dillashaw
se recuperó de un duro primer round para volver y noquear a Cody
Garbrandt en una de las rivalidades más pesadas que hayamos visto en
nuestros siete años de cubrir peleas.
Y que decir de Georges St-Pierre, quien con su épica presentación vuelve a posicionarse como uno de los mejores peleadores libra por libra del planeta - ¡a pesar de no haber peleado en cuatro años!
Para mejorar aún más las cosas, la noche
se llevó acabo sin hablar basura. Por un lado Namajunas le pidió a los
fanáticos que sean buenos los unos con los otros mientras que St-Pierre
es uno de los más respetuosos peleadores que hayan pisado el octágono.
Fue sólo una excelente noche y nada más.
Por más que amemos a Conor McGregor, fue un gusto el disfrutar una
noche de peleas sin saber de él.
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