domingo, 21 de febrero de 2016


La declaración de Rousey y la salud mental en el MMA

febrero 19, 2016 

LA DECLARACIÓN DE ROUSEY Y LA SALUD MENTAL EN EL MMA

Cuando Ronda Rousey admitió haber tenido pensamientos suicidas después de su devastadora derrota ante Holly Holm en su aparición en el programa de Ellen DeGeneres el martes, la noticia se tomó con la misma progresión de alboroto (sobre)exposición, frustración y rechazo que parece existir en cada noticia relacionada con Rousey últimamente. Esto es comprensible de alguna manera—cierta parte del cansancio de Ronda probablemente es imposible de no ver si es que sigues el mundo del MMA, que vuelve tentador el ver las últimas noticias y las interminables historias y análisis sobre cada uno de sus movimientos y publicaciones en Instagram—pero eso también es afortunado, porque lo que nos ha dado es una oportunidad única de discutir la salud mental en las artes marciales mixtas.
La conversación sobre la salud mental en los deportes de combate sigue siendo muy pequeña, aún batalla para reconciliar siglos de narrativas sobre la concentración intensa, disciplina sobrehumana, y dar el ciento diez por ciento con darnos cuenta de que incluso los atletas profesionales más talentosos y motivados simplemente no pueden obligarse a tener una psique que funcione de manera perfecta. Y en los deportes de combate uno a uno como el MMA han sido particularmente resistentes a este concepto. La mayoría de las personas involucradas en el MMA han llegado a las artes marciales a través de historias sobre héroes guerreros y entrenamiento que destaque la importancia y alcanzar la disciplina mental.





Cuando combinas eso con una sensibilidad ruda y extremadamente competitiva, misma que el MMA ha presionado por su existencia, no fomentas una cultura que tenga la habilidad de atacar problemas psicológicos complejos de manera significativa.
Ha habido muchas discusiones en el mundo del MMA. Nick Diaz ha hablado sobre teneransiedad por la pelea. Georges St. Pierre habló sobre su trastorno obsesivo compulsivodespués de retirarse del deporte. Andrei Arlovski admitió jugar a la ruleta rusa y buscó la ayuda de un psicólogo deportivo después de perder ante Fedor. Pero en gran parte, los que estamos entre la comunidad del MMA tendemos a apegarnos a una idea más simple: si lo quieres con suficientes ganas, metes tu cabeza en el juego y ganas.
Esa idea no está mal, pero es solo una parte del panorama. Una buena mentalidad es tan integral para el peleador como su condición y habilidades. Pero la mente no tiene un botón para apagarla o prenderla cuando necesitas estar en modo pelea a menos que seas increíblemente suertudo. Es como el cuerpo de un atleta en el sentido en que puedes hacer todo bien y aún así enfrentar lesiones y enfermedades. Si aceptamos que los atletas deben aprender a trabajar con las limitaciones físicas de un cuerpo humano seguramente pueden aceptar que tienen que trabajar en las limitaciones de la mente humana.
Tal vez idealmente, una confesión como esta hubiera llegado de parte de una figura menos divisiva. Tal vez los fans del MMA responderían más a esta confesión si la hubiera hecho alguien que no está constantemente en el centro de atención, y que no es tan probable que diga algo problemático o antideportivo como inspirador. Pero la gente que está dispuesta a hablar sobre la salud mental en rara ocasión son las víctimas perfectas que otras personas quieren que sean. Son humanos y tienen defectos como todos, y no son propensos a producir las explicaciones perfectas y dejar de lado las ideaciones sobre el suicidio que hablan sobre la mentalidad del MMA.
Debido a lo poco que podemos hablar sobre asuntos de salud mental en la comunidad del MMA, este tipo de declaración no pudo haber llegado de otra persona. Tuvo que ser alguien con un perfil enorme fuera del deporte para tener una plataforma relativamente segura como la que provee un programa de televisión para poder sincerarse, cosa que solamente Rousey tiene ahora.
La respuesta inicial a su confesión pudo demostrar que estuvo en lo correcto al llevar su declaración fuera del mundo deportivo. En general, las secciones de comentarios de cualquier historia de internet no están llenas de discursos sofisticados, pero los comentarios que generó esta noticia fueron particularmente atroces y mal informados. Muchos guerreros de teclado acusaron a Rousey de fingir el momento, cosa que es ridícula. Debido a que hemos visto tantos de sus talentos, todos sabemos que la vulnerabilidad no es una de sus características. Aún más personas creyeron que estaba dando excusas por su derrota y que su momento de pensamiento catastrófico ante la derrota pública y humillación significa que no está lista para el deporte, como si cualquiera hubiese tomado una caída como tal con tanta gracia.
Incluso algunas de las respuestas llegaron de manera más compasiva, como los consejos sobre aprender de las derrotas que le dieron Brock Lesnar y Mike Tyson en entrevistas recientes, inclinándose a lo sencillo: los episodios depresivos son malos y débiles, pero ella tiene que superarlo. Fin de la historia.
Pero también surgió promesa después de la declaración de Rousey, particularmente el análisis de Ben Fowlker sobre el síndrome pos-contusión y los pensamientos suicidas y el papel que ese pensamiento puede tener en el deporte, mismo que escribió en MMA Junkie. Este tipo de perspectiva no solo ofrece esperanza de que el mundo del MMA puede aprender a aceptar las imperfecciones en la salud mental, sino que la comunidad puede aceptar las narrativas más complejas y cautivadoras que llegan al discutir esos temas de manera más abierta.
El cuerpo humano y el cerebro humano son fascinantemente complicados, y la cantidad de habilidades y conocimiento que se requiere para que un atleta mantenga ambos trabajando es algo impresionante de presenciar. Los retos físicos y mentales que enfrentan dentro y fuera de las competencias son increíbles. Discutir este tipo de cosas con compasión o entendimiento no los disminuye o debilita. Mejor aún, crear un ambiente en el que los atletas no tienen que esconder sus problemas mentales o sentirse avergonzados por ellos les permite tratarlos como lo harían con cualquier problema físico y podría ayudarlos a ser aún mejores en sus disciplinas. Ciertamente los vuelve más interesantes de ver.
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